El 24 de septiembre de 1950 fue un día para no recordar, al menos para Jim Hardy, mariscal de campo de los Cardenales, que en ese día en un partido en contra de las Águilas fue interceptado en 8 ocasiones para implantar un record de la NFL que aún ahora sigue intacto.
En aquella época los Cardenales todavía jugaban en la ciudad de Chicago, y el partido fue en Filadelfia y la Águilas se llevaron 8 pases de Hardy. Lo curioso es que Hardy un par de años antes había implantado un record al lanzar 114 pases sin registrar una sola intercepción.
Afortunadamente para Hardy, después de esa más que mala actuación que llevó a su equipo a caer ante las Águilas 45 a 7, la semana siguiente olvidó lo ocurrido y lanzó 6 pases de anotación en contra de los Potros de Baltimore para llevar a su equipo a una victoria de 55 a 13.
A pesar de esos 6 pases de anotación Hardy terminaría la temporada con sólo 17 pases de anotación a cambio de 24 intercepciones y los Cardenales quedarían en 5to lugar de la División Americana de la NFL con un record de 5-7.
Después de una temporada también desafortunada para Hardy en 1951, los Cardenales lo mandaron a Detroit, donde sólo jugó una temporada antes de retirarse en 1952.
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