Aún ahora sigue siendo tema de conversación en las sobremesas aquella atrapada de David Tyree seguida por la cardiaca escapada de Eli Manning y posiblemente esa atrapada será tema de conversación en las pláticas en las que el tema del Superbowl salga a relucir.
Lo que posiblemente no se platica en esas sobremesas es lo afortunado que se deben sentir Tyree, Manning y compañía de haber ganado un título de Superbowl. 26 equipos han llegado a jugar el juego por el título de la NFL aunque solo 17 franquicias lo han conquistado. En cuanto a jugadores es más complicado, si tomamos en cuenta que los Superbowls comenzaron en 1967 (temporada 1966) por todos los equipos de la NFL han desfilado miles de jugadores y tan solo unos cuantos han tenido la oportunidad de jugar el Superbowl, no se diga de ganarlo. Hay varios jugadores (muchos de los Acereros de Pittsburgh de los años setenta) que lo han ganado cuatro veces pero solo hay un jugador en toda la historia que lo ha conseguido en 5 ocasiones, Charles Haley, defensivo que ganó dos títulos con los 49es y tres con los vaqueros de Dallas.
Hay muchas historias de varios de estos jugadores referentes al Superbowl como es el caso de Phil Simms, el Mariscal de Campo de los Gigantes de Nueva York que llevó a su equipo a ganar dos títulos de Superbowl no era el mejor jugador en sus primeros años. Egresado de la Universidad de Morehead State, Simms fue seleccionado por los Gigantes en la primera ronda del draft de 1979. El Coach Ray Perkins, quien seleccionó a Simms, no duraría mucho al frente de los Gigantes por los pobres resultados y su Coordinador Defensivo Bill Parcells tomó las riendas del equipo en 1983. Después de tomar la decisión de sentar a Simms y usar a Scott Brunner como mariscal de campo titular, Parcells casi enfrenta el despido al terminar con marca de 3-13. Afortunadamente para Parcells y para la organización esto no sucedió y regresó para la temporada de 1984 llevando el equipo a la postemporada al igual que en 1985, en ambas ocasiones sin resultados favorables.
En 1986 comenzó con una dolorosa derrota ante Dallas, pero luego la defensiva tomó las riendas del equipo y logrando seis victorias de manera consecutiva antes de perder contra Seattle el segundo partido del año en una de las peores actuaciones en la carrera de Phil Simms. Los Gigantes no volverían a perder en toda la temporada.
Entre la semana ocho y la diez los Gigantes enfrentaron y derrotaron a los Pieles Rojas, Vaqueros y Águilas sus acérrimos rivales de división.. En la semana 11 ante los Vikingos de Minnesota, Simms completó 25 pases para más de 300 yardas por aire. Los gigantes se encontraban perdiendo 20 a 19 con poco más de un minuto por jugarse y fue entonces cuando Simms vivió uno de esos momentos con los que todos soñamos cuando somos niños, algunos piensan que están bateando con la casa llena y dos outs en la parte baja de la novena entrada con su equipo perdiendo 3-0, otros sueñan lo que Simms vivió aquel domingo. En cuarta oportunidad y 17 yardas por avanzar Simms completó un pase flotado a Bobby Johnson quien salió inmediatamente del terreno y preparó un gol de campo que le daría la victoria a su equipo.
Entre las semanas 12 y 15 los Gigantes se enfrentaron a Los Broncos de Denver, 49es de San Francisco y Pieles Rojas de Washington a los que derrotaron 19.16, 21-17 y 21-14 respectivamente. Lo curioso del asunto es que estos tres equipos fueron a los que los Gigantes se enfrentarían en la postemporada y en el Superbowl. En el partido ante San Francisco los gigantes remontaron un marcador adverso de 17-0 al medio tiempo pero Simms trajo de vuelta a los Gigantes para dejar el marcador definitivo en 21-17 lanzando para 388 yardas por aire su mejor actuación en toda aquella campaña. La victoria contra Washington sirvió para asegurar el título de su división con una gran actuación de Lawrence Taylor.
Después de derrotar a los cardenales 27 a 7 en la semana 15 se enfrentaron a los Empacadores de Green Bay en el último partido de la temporada, importante porque con la victoria Nueva York aseguraba jugar en casa durante toda la temporada. El partido no fue fácil, al igual que contra San Francisco los Gigantes se encontraron en aprietos al medio tiempo perdiendo 24 a 7, pero acabaron por aplastar a los empacadores 55 a 24. Este fue el famoso partido en el que Parcells tiró basura sobre su defensiva. Obviamente los jugadores entendieron el mensaje.
La postemporada para Simms y los Gigantes arrancó contra los 49es de San Francisco de Joe Montana. Los gambusinos salieron aplastados irónicamente 49 a 3, con cuatro pases de anotación de Phil Simms. En el siguiente partido contra los Pieles Rojas la defensiva jugó impresionante en un partido en el que el viento fue un factor y el pateador de despeje Sean Landeta logró grandes despejes para alejar a los Pieles rojas del campo de Gigantes durante todo el partido. El resultado final fue de 17 a 0. Nueva York enfrentaría a Denver en el Superbowl XXI.
Phil Simms y John Elway fueron abordados por Disney Company en la semana previa al partido y ofreció que si alguno de ellos resultara en ganador del superbowl tendrían un contrato publicitario. Elway comenzó impresionante y tal parecía que él era el que quería salir en los anuncios de Disney. El marcador estaba 10 a 9 a favor de los Broncos y tenían el balón dentro de la zona roja de Nueva York, la defensiva paró en las tres oportunidades a Elway y compañía y el destino hizo lo suyo cuando el pateador Rich Karlis falló un gol de campo para dejar el marcador al medio tiempo solo con ese punto de diferencia.
Fue en una jugada sorpresa en 4ta y una ya en la segunda mitad en la que el pateador de despeje Rutledge se escabulló entre su línea para conseguir la yarda que les faltaba cuando los Gigantes consiguieron darle la vuelta anímica al juego. Simms llevó a los gigantes a anotar en 5 posesiones de manera consecutiva en la segunda mitad y terminó el partido con 22 pases completos en 25 intentos con 3 pases de anotación. Una de las mejores actuaciones de un mariscal de campo en la historia de la NFL. Simms terminó el partido con la victoria en el Superbowl, su anillo de campeón y teniendo a Disney como uno de sus mejores amigos.
Cuando los gigantes ganaron el título de 1986 Phil Simms tenía 30 años, mismos que tenía su equipo sin ser campeón de la NFL.
Fue el primer título en la historia de los Gigantes de Nueva York en la época de los Superbowls. Un excelente entrenador junto a un excelente mariscal de campo dan como resultado una combinación de campeonato. Nueve temporadas después de que los Gigantes ganaron su primer título de la NFL Nueva York retiró el Jersey de Phil Simms. El jersey azul con el número 11 no podrá ser portado por ningún otro jugador en Nueva York.
Ha habido 26 equipos que han jugado el Superbowl, 17 campeones, pocos jugadores que han jugado el Superbowl, aún menos jugadores que pueden presumir de tener un anillo de título de campeonato en su dedo pero son todavía menos los que han sido Jugadores Más Valiosos del Superbowl. Phil Simms puede presumir de todo eso.
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