En 1977 Darryl Stingley fue el mejor receptor de los patriotas con 39 recepciones para 657 yardas. En la pretemporada de 1978, Jack Tatum de los Raiders de Oakland le propinó un fuerte golpe que lo dejó paralizado de la cintura para abajo. Darryl Stingley no volvería a caminar en su vida.
Stingley nació el 18 de septiembre de 1951 y a los 22 años fue seleccionado en la primera ronda por los Patriotas de Nueva Inglaterra en el draft de 1973. Jugó 5 temporadas en la NFL todas ellas con los Patriotas, participó en 60 partidos atrapando 110 pases para 1883 yardas.Los números de Stingley posiblemente no impresionen a nadie puesto que hoy en día muchos receptores logran esos mismos números pero en una sola campaña, pero la manera en la que salió de la NFL es algo que no se le desea a nadie.
Para Stingley el nuevo contrato que había negociado con los patriotas que lo convertiría en uno de los receptores abiertos mejores pagados de la liga que nunca se firmó puesto que se iba a hacer al regreso de los patriotas a sus oficinas en la costa este no fue tan importante como el hecho de no haber podido caminar de nueva cuenta.
A los 25 años del accidente Tatum trató de contactar a Stingley para ofrecerle una disculpa, pero este se negó alegando que lo único que quería Tatum era publicidad para su libro “Confessions of NFL Assassin Jack Tatum” (Confesiones de un asesino de la NFL: Jack Tatum, 1996).
Stingley escribió su propio libro “Happy to be alive” (Feliz de estar vivo, 1983) mientras trabajaba como jefe de personal para la organización de los patriotas.
Stingley muró en abril de 2007, el día 5 de ese mes para ser precisos, su corazón dejó de funcionar debido a su parálisis que lo tuvo en una silla de ruedas casi 30 años.
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