martes, 18 de marzo de 2008

En esta esquina!!!

La temporada de 1993 fue de contrastes para los Petroleros de Houston, después de perder 3 de los primeros cuatro partidos, Houston se las arregló para ganar 11 partidos de manera consecutiva para avanzar a la postemporada. La única victoria que tuvieron en esas primeras cuatro semana fue contra los Jefes de Kansas City, blanqueándolos, derrotándolos y humillándolos 30 a 0. Fue precisamente el equipo de los Jefes quien echó a los Petroleros en la ronda divisional ganando 28 a 20.

Posiblemente y afortunadamente para los Petroleros esas 11 victorias de manera consecutiva no eran reflejo de lo que se vivía en el terreno de juego. El coordinador defensivo Buddy Ryan y su contraparte ofensiva Kevin Gilbride no eran los mejores amigos y la gota que derramó el vaso fue en el último partido de la temporada cuando la ofensiva de Gilbride no pudo acabarse el reloj lo que le costó a Ryan dos lesionados antes de terminar la primera mitad.
Cody Carlson quien estaba en la posición de mariscal de campo en lugar de Warren Moon, cometió un fumble, después de esto Ryan comenzó a gritarle a Gilbride criticando su ofensiva de “correr y tirar”. Gilbride contestó los gritos y comenzó a acercarse amenazadoramente a Ryan quien al tenerlo cerca le tiró un golpe a la cara. Los coaches asistentes de Jack Pardee que fungía como entrenador en jefe de los petroleros al momento, fueron separados por los propios jugadores.

Ryan salió de la organización para la temporada de 1994 probando suerte como entrenador en jefe de los Cardenales de Arizona y fue removido del cargo en la temporada de 1995, no ha regresado a la NFL desde entonces y se dedica a criar caballos de carreras en su pueblo natal en Kentucky. Gilbride por su parte fue entrenador en jefe de los Cargadores de San Diego entre 1997 y 1998 y actualmente es el coordinador ofensivo de los campeones Gigantes de Nueva York.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya había olvidado ese suceso, y lo vi en vivo!!!

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