Al ser el Futbol Americano un deporte de contacto los jugadores no están exentos de lastimarse en el terreno. Aunque año con año las reglas y el equipo cambian para favorecer a los jugadores tratando de protegerlos más y más, las lesiones siguen y seguirán siendo, por desgracia, parte del juego.
Tal fue el caso de Sterling Sharpe, gran jugador egresado de la Universidad del Sur de Carolina. Este gran receptor fue parte importante para que los empacadores crecieran como equipo. Cuando Brett Favre llegó a Green Bay proveniente de Atlanta, encontró en Sharpe a su mejor receptor.
Sharpe iba en camino a convertirse en el segundo mejor receptor en la historia, sólo detrás de Jerry Rice justo cuando en diciembre de 1994 al intentar una recepción cayó de cabeza lastimándose la espina dorsal. Afortunadamente para él, no sufrió de ningún tipo de parálisis y su vida pudo continuar de manera normal, sólo que tuvo que retirarse prematuramente de la NFL.
Irónicamente para Sterling los títulos vinieron después de su retiro. En 1996, dos años después de su lesión, los Empacadores llegaron al Superbowl contra los Patriotas y lo ganaron, Sharpe pudo haber estado ahí. Un año después, en 1997, otro Sharpe llegó al Superbowl y lo ganó, su hermano Shannon fue ese otro jugador.
Lo primero que Shannon hizo cuando recibió su anillo de Superbowl fuer regalárselo a su hermano por la siguiente razón:
Las dos personas que han tenido una mayor influencia en mí, para bien y para mal
han sido Sterling y mi abuela. Todo lo que sé de ser hombre, de jugar Futbol, lo que sé de deportes y lo que sé de la vida, lo he aprendido de esas dos
personas
Afortunadamente para Shannon un año después ganó otro Superbowl y si se quedó con ese otro añillo y además de eso, también fue parte del equipo campeón de Baltimore en el año 2000.
Sterling por su parte se quedó como una promesa de ser uno de los mejores receptores en la historia de la liga.
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