miércoles, 20 de febrero de 2008

Los Apodos en la NFL

Posiblemente cuando fuimos pequeños algún niño malo del salón se le ocurrió la idea de ponernos algún apodo, mismo apodo que posiblemente nos acompañó durante toda nuestra infancia, adolescencia y en el mejor, o en el peor de los casos hasta nuestra vida adulta.

Es por lo mismo de que casi todos nosotros tenemos un amigo al que le decimos el “Gordo” otro por ahí al que le decimos “Chaparrito” y ya en casos más especiales (y posiblemente particulares) también tenemos al “Jabalí”, al “Caballo” y a la “Chimol” entre otros.

Lo mismo sucede en los deportes y en nuestro país hay varios personajes que a lo largo de los años han destacado por su ingenio mental para rebautizar con apodos a varios jugadores. Hablamos en específico de Ángel Fernandez, Fernando Marcos y en épocas más recientes el “Perro” Bérmudez.

En el futbol américano no podía ser la excepción. Durante la historia varios jugadores han sido bautizados ya sea por su desempeño en el emparrillado o bien por su apariencia física.

Es por eso que con el pasar de los años hemos visto pasar desde Autobuses hasta refrigeradores por los campos de la NFL, he aquí algunos y quiero subrayar ALGUNOS puesto que sería imposible el mencionar a todos así como sería injusto decir que lo haré omitiendo a varios:

Autobús.- Jerome Bettis que después de varios años con los Carneros de Los Angeles logró en el último año de su carrera coronarse campeón con los Acereros de Pittsburgh. Apareció en seis tazones de los profesionales y logró durante su carrera de 13 años en la liga 91 anotaciones.




Broadway.- Sin duda alguna hubo un precursor en cuanto a la comercialización de la imagen de los jugadores de la NFL. Peyton Manning no gozaría de las mieles de la fama en cuanto a cuadro se refiere si Joe Namath no hubiera abierto el camino. Proveniente de la Universidad de Alabama “Broadway Joe” llevó a los Jets de Nueva York a conseguir su único título hasta el momento en la NFL al derrotar a los Potros de Baltimore en el Superbowl No. III en una de las mayores sorpresas en la historia de la NFL. Su apodo se debía precisamente por la cantidad de anuncios en los que Namath aparecía sobre todo en la primera mitad de la década de los sesenta.



Vívora.- Un apodo que quizá no muchos quisieran presumir sobre todo por lo que en nuestro páís ha significado, pero para Ken Stabler no resultaba un problema. Miembro de los Raiders campeones de 1976 que derrotaron a los Vikingos de Minnesota de Frank Tarkenton. Antes de ese título los Raiders eran el equipo del “ya merito” puesto que habían llegado a la final de conferencia en varioas ocasiones y en su única aparición previa en el Superbowl habían sido derrotados por los Empacadores de green bay en el Superbowl II. Satabler suplió a Daryle Lamonica como mariscal de campo de los Raiders y en cuatro años los llevó al título.



Prime Time.- Deion Sanders fue uno de los mejores defensivos de su generación. Convocado en ocho ocasiones al tazón de los profesionales Deion fue parte importante para ayudar a los cuarenta y nueves a ganar el título de 1994 y a los Vaqueros a ganar el de 1995. Apodado así por su amigo de los Gators de la Universidad de Florida Richard Fain por la facilidad que tenía para jugar basquetbol durante el horario estelar de la televisión.



Mean Joe.- que se traduciría al español como Joe el Malo era el apodo que Joe Green ha recibido desde que la famosa cortina de acero de los acereros de Pittsburgh comenzó a ganar fama en la década de los setenta. Green era uno de los linieros defensivos más corpulentos de la NFL en ese momento y tenía la capacidad de cargar a sus contrarios y de derribarlos al suelo en cuestión de segundos. La ferocidad con la que Green azotaba a sus rivales en especial a los Mariscales de Campo le dio este apodo de Joe el Malo.



Martillo.- Posiblemente su apodo no era tan famoso como los golpes que Fred Williamson propinaba a sus rivales. Este defensivo de los Raiders de Oakland y de los Jefes de Kansas City de la década de los 60. Williamson jugó por espacio de 8 temporadas en la AFL y NFL registrando 36 intercepciones regresando 2 de ellas para intercepción en tan solo 104 juegos.

Capitán Regreso.- Jim Harbough se convirtió en el segundo jugador en conseguir este apodo después de Roger Stoubach. Egresado de la Universidad de Michigan, Harbough estuvo en la NFL por espacio de 14 temporadas comandando la ofensiva primero de los Osos de Chicago con quien estuvo 7 años luego de los Potros de Indianápolis por espacio de 4 campañas para terminar su carrera en Baltimore pasando dos años por San Diego. El mote nació gracias a la gran cantidad de partidos en los que Harbough consiguió remontar el marcador en el último cuarto o bien en tiempo extra.



Refrigerador.- William Perry se convirtió en uno de los jugadores de Futbol Americano más famosos de la década de los ochenta gracias a su gran corpulencia, misma por lo que fue bautizado con el apodo de Refrigerador. Perry se convirtió en parte fundamental de los Osos campeones de 1985. Además de su carrera dentro del Futbol Americano Perry fue boxeador, luchador, rapero y miembro de fundaciones antidrogas en los Estados Unidos. Después de 8 temporadas en los Osos de Chicago Perry terminó su carrera en 1993 como miembro de la Águilas de Filadelfia.



Fantasma Galopante.- Nombrado por ESPN como el mejor jugador de Futbol Americano Colegial en la historia. Grange salió de la Universidad de Illinois para jugar en los Osos de Chicago pasando un año por los desaparecidos Yankees de Nueva York. Fue el periodista Warren Brown quien los bautizó como el fantasma galopante por la manera en la que corría el balón. Sporting News lo puso en el lugar 80 de los 100 mejores jugadores de todos los tiempos y se convirtió en el primer civil en lanzar el volado de un Superbowl en hacerlo en la edición número XII.



Too Tall.- Sus 6’9” de altura hicieron que Ed Jones se ganara el título que traducido literalmente sería “Muy Alto”. Jones fue parte fundamental para que los Vaqueros de Dallas ganaran el Supertazón de 1978. Al año siguiente en 1979 Jones intentó probar suerte en el boxeo sin muy buenos resultados por lo que regresó para jugar con los mismo vaqueros de 1980 a 1989.



Tyler Rose.- O la Rosa de Tyler haciendo referencia al lugar de nacimiento de Earl Campbell que es un lugar en donde se cultivan unas de las rosas más bonitas en todo Estados Unidos. Campbell fue miembro de los Petroleros de Houston por espacio de 6 temporadas resultando el jugador más valioso de la NFL en 1979.



Night Train.- El tren de la noche era la canción que se escuchaba en el casillero de Dick Lane durante los entrenamientos y en los días de juego. Lane jugó con los Carneros y con los Leones durante su carrera y es recordado porque fue gracias a sus tacleadas que la NFL prohibió los golpes cerca de la cabeza de los jugadores. Lane entró al Salón de la Fama de la NFL en 1974



Big Daddy.- Gene Lipscomb uno de los mejores jugadores de su época. Fue parte de los Carneros de 1953 a 1955 luego pasó a Baltimore en 1956 y estuvo con ellos hasta 1960. Participó en el que la NFL proclama como “El partido mejor jugado de la historia” en el que los Potros derrotaron a los Gigantes en partido por el título de la NFL. El Gran Papi, murió en 1963 a los 31 años de edad siendo parte ya de los Acereros de Pittsburgh.



Bambi.- Su corpulencia, velocidad, gracia y habilidad convirtieron a Lance Alworth en el sujeto ideal para darle el apodo del famoso venado de Walt Disney. Alworth se convirtió en el primer jugador que empezó su carrera en la vieja AFL en ser incluido en el Salón de la Fama de la NFL. Jugó durante 9 años en los Cargadores de San Diego y se retiró siendo miembro de los Vaqueros de Dallas con quienes jugó dos temporadas.



Golden Boy.- El chico dorado era Paul Hornung, receptor de los Empacadores de Green Bay en la época en la que los pupilos de Vince Lombardi consiguieron las victorias en las dos primeras ediciones del Super Tazón. Su apodo se debió a su rubia cabellera.



La lista continúa y es muy larga, esta fue tan solo una probadita de aquellos que han trascendido como parte de una organización. Cuando somos niños un podo suele ser algo muy cruel y generalmente se usan para mofarnos de los demás. En el emparrillado los apodos van más allá, son muestra de respeto, de compañerismo y de personalidad. Rara vez se ha apodado a alguien en la NFL por algún defecto. El ser bautizado por algún periodista o algún compañero es sin duda lo mejor que le puede pasar a cualquier jugador de futbol Americano y si tienen alguna duda pregúntenle a “El General” Brett Favre que sigue dando de qué hablar con los Empacadores.

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