Me imagino a la perfección aquella noche. Posiblemente el día en el que Brett Favre anunció su retiro, Aaron Rodgers no pudo dormir. En su cabeza no podía caber más que la emoción de ser el siguiente eslabón en una cadena de Mariscales de Campo que ha llevado a los Empacadores de Green Bay a ganar 3 Supertazones. Rodgers seguramente estaba emocionado, es posible que tuviera sus manos cruzadas sobre su pecho, viendo el techo de su recámara pensando en que se sentiría ser el Mariscal de Campo titular de un equipo con aspiraciones a ganar su división, posiblemente también se imaginaba lo que sentiría al llegar al Bay Park Square Mall y ser asediado por seguidores y seguidoras de los empacadores. Rodgers quizá también pensó en lo que sentirían sus padres el lunes 8 de septiembre, asistiendo al Lambeau Field a ver a su hijo ser el Mariscal de Campo titular de uno de los equipos de más abolengo en la historia en la NFL.
Los sueños de Rodgers pudieron haber sido muchos, y todo para él estaba más que tranquilo durante le descanso primaveral de la NFL, hasta que Brett Favre apareció en escena otra vez. Hace unos días la vida de Rodgers y de Favre se convirtió en una telenovela, Favre pidió ser cambiado de equipo, Roger Godell lo reactivó como jugador de la NFL y los empacadores no tuvieron otro remedio que abrirle las puertas de la que fuera su casa por los últimos 16 años.
Me imagino las noches que pasó Rodgers durante toda la telenovela, posiblemente el pesar que el superestrella de la NFL que regresaba, ese que, al menos para un servidor, es uno de los cinco mejores mariscales de campo en la historia de la NFL, quería quitarle el puesto de titular que ni siquiera había tenido la oportunidad de estrenar, esas noches deben de haber sido terribles para Aaron, sobre todo porque pensaba que sus padres no iban a ver ese 8 de septiembre a su hijo como titular de los empacadores.
Nadie sabe qué es lo que verdaderamente sucedió en la entrevista que Favre tuvo con el entrenador en jefe del equipo Mike McCarthy, nadie sabe que habrá dicho Favre, para que McCarthy lo pusiera en la lista de jugadores con lesiones ajenas al juego y con esto orillara al superestrella a dejar Green Bay y regresar a casa de Misissipi. Posiblemente McCarty pensó en lo que su hijo que está por nacer en noviembre próximo sentiría en caso de que fuera Aaron Rodgers, y por eso decidió dejar en libertad a Favre.
Para Rodgers la tarea no será sencilla, o sólo tendrá que llenar los zapatos de quien fuera (o es) la máxima estrella en la historia de Green Bay, sino que además, tendrá que demostrarle a su entrenador que el haber optado por él no fue una equivocación. Favre venía de una de sus mejores campañas en los últimos diez años y se quedó a una serie de llevar a Green Bay de nuevo al Superbowl. Rogers no tiene hasta ahora, más que un par de buenas actuaciones como suplente.
Para los herederos al trono de las leyendas no ha sido fácil. He aquí una recopilación de la NFL de los jugadores que tuvieron que llenar unos zapatos muy grandes, y sólo uno de ellos tuvo una buena actuación.
TROY AIKMAN – QUINCY CARTER
Después de que Aikman anunciara su retiro en el 2000, los Vaqueros de Dallas seleccionaron a Quincy Carter para ser el heredero de sus glorias. Carter no tuvo un primer año fácil y hasta lesionado resultó jugando apenas la mitad de los juegos de la temporada, al año siguiente sólo jugó en 7 partidos, siendo la temporada de 2003 la única que jugó completa. En 2004 jugó con los Jets antes de retirarse en las penumbras de la mediocridad en después de esa campaña.
DAN MARINO – JAY FIEDLER
Posiblemente la tragedia griega más sonada en la historia de la NFL, uno de los mejores mariscales de campo que se quedó sin ganar un título, Dan Marino. Tras anunciar su retiro en 1999 después de romper cualquier cantidad de records, los Delfines designaron a Fiedler como mariscal de campo titular. Fiedler había jugado en tres equipos previo a esa designación y sólo había jugado un partido como titular. Fiedler ganó en sus primeros dos años como titular en Miami 21 partidos y perdió sólo 10, pero después de tres temporadas en las que no pudo jugar todos los partidos de cada una de ellas, los Delfines lo mandaron curiosamente también a los Jets dónde también terminó su carrera en el año de 2005.
JOHN ELWAY - BRIAN GRIESE
Posiblemente la peor historia de las que mencionamos aquí, porque Griese no sólo tuvo que llenar los zapatos de un Mariscal de Campo de trayectoria, además de todo Elway se retiró en la cumbre de su carrera puesto que a pesar de su edad logró ganar par de campeonatos en 1997 y 1998. Además de esto, Griese siempre fue comparado con su padre, quien en la década de los años setenta también ganó dos títulos con los Delfines de Miami. Griese sólo estuvo cuatro años con Denver como titular después de eso ha desfilado por Miami, Tampa y ahora trata de obtener un segundo aire en Chicago.
STEVE YOUNG – JEFF GARCÍA
García salió de la nada pare convertirse en el suplente de Steve Young en 1999 y obtuvo rápidamente la titularidad luego de que Young tuviera que alejarse de los emparrillados al sufrir su tercera conmoción en tres años. En cinco años como titular en San Francisco sólo se perdió tres juegos. Lamentablemente no pudo coronar sus grandes actuaciones con un título. Después de salir de San Francisco, García ha desfilado en cuatro años en cuatro equipos y este año tratará de llevar a Tampa Bay de nuevo a los Play Offs.
JIM KELLY – TODD COLLINS
Luego se ser el suplente de Jim Kelly por dos años, Todd Collins recibió la oportunidad de convertirse en el titular de los Bills luego de que Kelly anunciara su retiro en 1996. Collins inició 14 de los 16 partidos de esa campaña que ha sido la única en su carrera como titular, después de eso, Collins ha sido suplente en Kansas City y en Washington y desde 2001 sólo ha tirado 105 pases, 67 de ellos completos.
ROGER STAUBACH – DANNY WHITE
Luego de ganar dos títulos como titular con los Vaqueros Staubach colgó los zapatos en 1980 y Danny White tomó las riendas del equipo. Luego de terminar su primera campaña como líder de los Vaqueros con record de 12-4, White se hundió en la mediocridad junto con el equipo durante toda la década de los años ochenta.
JOE MONTANA – STEVE YOUNG
Posiblemente el único caso de éxito en esta lista. Luego de que Montana comenzara a perderse partidos en 1991 por una lesión, Steve Young tomó las riendas del equipo, ya cuando Montana regresó de esa misma lesión en 1992, ya no era el titular. San Francisco mandó a Montana a Kansas City y Young se consolidó como el titular en el puesto de mariscal de campo. Young no tardó mucho en sacudirse la sombre de Joe Montana pues en 1994 luego de tres campeonatos de la NFC consecutivos contra los Vaqueros de Dallas con quienes habían perdido un par. Los Cuarenta y Nueves ganaron por fin a sus acérrimos rivales llegando al Super Bowl y ganándolo a los Cargadores, con Steve Young rompiendo cualquier cantidad de records en el partido grande.
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